El trabajo realizado en la Universidad de Sevilla por el doctor Juan Antonio Jaén Téllez, colegiado de COLVET Cádiz, 'Influence of stress assessed through infrared thermography and environmental parameters on the performance of fattening rabbits'  forma parte de la Tesis Doctoral “Etología y bienestar animal en la especie cunícola: termografía aplicada a la valoración del estrés en conejos”, cuyo estudio se basa en la influencia del estrés sobre aumento del peso corporal.

En este estudio, elaborado por el colegiado Juan Antonio Jaén Téllez, concluye que el efecto del estrés favorece la obesidad y así se pone de manifiesto en un estudio veterinario usando como modelo animal al conejo. La noticia ha sido publicada recientemente en el medio Animal's Health y hace unos meses COLVET Cádiz realizó una entrevista a Jaén Téllez con motivo de su Tesis Doctoral. En estos siguientes párrafos recordamos la entrevista realizada: 

¿Cómo se titula su tesis?

 La tesis se titula "Etología y bienestar animal en la especie cunícola: termografía aplicada a la valoración del estrés en conejos"

¿Qué aborda su estudio?

El estudio se ha estructurado en tres partes, habiéndose publicado, además, cada una de ellas en revistas científicas de impacto. En la primera parte se abordó el estudio de los niveles de estrés en conejos de engorde mediante la temperatura medida por termografía infrarroja en cuatro partes distintas del cuerpo: el ojo, la cara externa de la oreja, la cara interna de la oreja y la nariz. La evaluación se realizó durante dos estaciones del año (primavera e invierno) y en dos situaciones, antes y después de ser manipulados por una persona. En el segundo estudio se abordó el efecto de los niveles de estrés por calor, evaluado mediante el índice de temperatura-humedad y el efecto del estrés de manipulación, registrado mediante cambios de termografía infrarroja en la cara interna de la oreja de conejos criados para la producción de carne, sobre los parámetros de rendimiento, durante las estaciones fría (invierno) y cálida (primavera).  En el tercer estudio se ha evaluado la correlación entre la temperatura tomada con cámara de termografía infrarroja  en las cuatro partes diferentes de la anatomía de conejos de engorde que dijimos anteriormente (ojo, cara externa de la oreja, cara interna de la oreja y nariz) y la temperatura rectal medida utilizando un termómetro convencional, con el fin de validarla como una alternativa menos estresante. 

¿Qué conclusiones ha podido extraer tras su estudio? 

Se obtienen tres conclusiones, coincidentes con cada uno de los trabajos que componen esta tesis. La primera de ellas es que la termografía infrarroja es una herramienta eficaz para evaluar la temperatura corporal de los conejos de engorde, correlacionándose positivamente con la temperatura rectal y evitando el estrés de manipulación que ocasiona esta última, pudiéndo ser útil para realizar un cribado rápido y a gran escala en busca de estadios tempranos de enfermedades o estrés en granjas de conejos, constando que la cara interna de la oreja y el ojo son las partes anatómicas más adecuadas para detectar cambios de temperatura asociados al estrés agudo por manipulación. La segunda conclusión es que la medición de la temperatura corporal con una cámara de termografía infrarroja es una alternativa útil para evaluar el estrés agudo en conejos manipulados y la tercera conclusión obtenida resalta, que los cambios en el bienestar animal causados por la reactividad de los conejos a factores climáticos y el estrés por manipulación afectan a la productividad animal, evidenciándose que cuanto mayor es el estrés debido al manejo, menos eficientes son los animales, así los conejos con niveles de estrés más altos muestran mayor ganancia media diaria y consumo diario de pienso, pero también tienen mayor índice de conversión, es decir, son peores desde un punto de vista productivo. La conclusión global es que la termografía infrarroja es una técnica no invasiva idónea para detectar las variaciones de temperatura corporal en conejos, asociadas al estrés agudo.

Su estudio se centra en conejos y las técnicas no invasivas...¿es extrapolable a otras especies?

Sí, esta técnica puede emplearse  en otras especies para la medición de la temperatura corporal  y la evaluación del estrés como alternativa a otras técnicas que son consideradas invasivas y costosas, ya que en muchos casos hay que manejar a los animales y extraerles sangre, por ejemplo. De hecho, ya hay investigadores que trabajan en este campo con otras especies, destacando los trabajos que se realizan en la Universidad de Sevilla con caballos.

¿Es una muestra de la evolución de la mejora en el bienestar animal? 

Efectivamente, la sociedad actual demanda que los niveles de bienestar animal sean cada vez mayor y acordes con el comportamiento y la fisiología de cada especie y es lo que está llevando a que el control en las explotaciones ganaderas aumente y que surgan certificaciones sobre bienestar animal, que podemos ver cada vez más en los productos de los lineales. Este trabajo contribuye a esto como herramienta de control, pudiéndose, igualmente, emplear como método incial de cribado en las evaluaciones para detectar estrés en los animales, así como cualquier patología que provoque alteración de la temperatura corporal.

¿Cuánto tiempo le ha supuesto este estudio? 

Este estudio lo inicié en el año 2016, con lo que me ha llevado algo más de 5 años.

¿Qué supone su tesis para la Veterinaria como disciplina? 

Esta tesis es un granito de arena más en el papel de liderazgo que tiene la profesión veterinaria como garante del bienestar animal, aportando un método para evaluarlo, lo que puede contribuir a asegurar también la salud y el bienestar de las personas. Es un aporte más a "Una Salud", "One Healt"

¿Y para el veterinario que trabaja en este ámbito? 

Supone la puesta a punto de una herramienta útil para un cribado rápido y a gran escala para buscar estadios tempranos de enfermedades o estrés en granjas de conejos, donde el elevado número de animales encarece, en términos de tiempo, controlar la temperatura de cada conejo de forma individual utilizando un termómetro convencional, además de evitar los problemas de estrés generados por la manipulación humana.

Juan Antonio Jaén Téllez

Licenciado en Veterinaria por la Universidad de Córdoba, Diplomado en  Estudios Avanzados en Producción Animal y Doctor, ambos por la Universidad de Sevilla.
Ha sido veterinario de Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganaderas. Veterinario de la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Cádiz. Posteriormente se incorporó a la Junta de Andalucía como funcionario de carrera en la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.  Ha ocupado los puestos de Inspector Veterinario en la Oficina Comarcal Agraria de Olvera (Cádiz), Jefe de Servicio de Agricultura, Ganadería, Industrias y Calidad en la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería y Pesca de Cádiz y Jefe de Servicio de Sanidad Animal en la Dirección General de la Producción Agrícola y Ganadera. Subdirector General de Control e Inspección Agroalimentaria en la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía. Actualmente ocupa el puesto de Consejero Técnico en la Secretaría General de Agricultura, Ganadería y Alimentación.

Pertenece al Cuerpo Militar de Sanidad Animal como Alférez Reservista Voluntario, habiendo estado activado en unidades como el Centro Militar de Cría Caballar de Écija (Sevilla) o la Unidad Militar de Emergencias (UME) en Torrejón de Ardoz (Madrid). Ha sido presidente del Club Nacional del Perro Ratonero-Bodeguero Andaluz.

Foto portada de conejo: Pexels. David Bartus.